La dentición es uno de los rasgos anatómicos más característicos de los ofidios y que más atención despierta en el ser humano, ya sea por el tamaño que presenta en algunos casos o por la capacidad de permitir la inoculación de veneno en determinadas especies.
Por este motivo y porque es un factor importante a la hora de clasificar a las serpientes intentaré mostrar los diferentes tipos y las diferencias entre ellos.
Aglifa
Se trata del tipo de dentición más primitivo que observamos en serpientes, ya que los dientes no están modificados y son sólidos. La podemos encontrar en boas, pitones y varios colúbridos. Aunque me refiera a ella como primitiva, no quiero decir que sea la dentición menos evolucionada, ya que varias especies de colúbridos aglifos parecen haber evolucionado de antecesores con colmillos inoculadores de veneno al presentar glándulas de Duvernoy atrofiadas. Las especies con esta dentición la utilizan para mantener a la presa mientras está siendo constreñida y ayudar al paso de ésta al sistema digestivo mediante movimientos mandibulares.
El resto de especies no incluidas en este grupo también muestran dentición aglifa acompañando a los dientes que han sido modificados para inocular el veneno (colmillos).
Opistoglifa
Las serpientes opistoglifas presentan colmillos acanalados en la parte trasera de la mandíbula superior con capacidad para inocular veneno. Se pueden encontrar diferencias entre especies, mostrando algunas colmillos pequeños y muy posteriores, mientras que otras lo tienen de un tamaño nada despreciable y más anteriores. Estas serpientes deben mantener a la presa sujeta durante cierto tiempo y empujarla hacia el interior de la boca para poder inocular de manera efectiva el veneno debido a la colocación de los colmillos y a la poca presión con la que el veneno sale en comparación con otros mecanismos de inoculación que veremos posteriormente.
Suele comentarse que las serpientes opistoglifas no son de preocupación para los humanos, dato que es necesario desmentir ya que, aunque la mayoría presenta los colmillos muy atrasados, no son animales de gran tamaño o su veneno no sea muy potente hay determinadas especies que pueden llegar a ser letales. Generalmente esto sucede en especies aborícolas que precisan de un veneno que actúe de manera más rápida impidiendo así que la presa escape volando.
Uno de los ejemplos más conocido es el de la llamada boomslang (Dispholidus typus) que presenta un veneno hemotóxico potente, a lo que hay que añadir la capacidad de abrir la boca casi 180 grados y posicionar los colmillos de manera más adelantada, por lo que no debemos tomarnos por norma que las serpientes opistoglifas no son de importancia médica para los humanos.
Proteroglifa
Esta dentición se caracteriza por presentar los colmillos en la parte delantera de la boca. Éstos se muestran fijos y acanalados y no suelen ser de gran tamaño, por lo que tienen que mantener a la presa el tiempo suficiente para que el veneno comience a hacer efecto, habiéndose observado en algunas especies la ayuda de la constricción para este fin.
Este tipo de dentición es propia de elápidos tales como mambas, cobras y serpientes marinas que presentan de manera mayoritaria neurotoxinas en su veneno.
Solenoglifa
Se trata del sistema más efectivo de todos. En él se observan colmillos grandes, huecos y móviles. A la hora de inocular el veneno éstos colmillos actúan como auténticas agujas hipodermicas recibiendo el veneno procedente de las glándulas por el orificio de entrada e inyectándolo a gran presión por el de salida. Lo presentan las serpientes de la familia Viperidae.
Aunque éstos son los principales tipos de dentición que sirven como base para la clasificación hay algunas modificaciones que parten de ella, como por ejemplo sucede en las serpientes comedoras de huevos del género Dasypeltis que presentan la ausencia de dientes como adaptación a la alimentación a base de huevos.
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