Aunque la fotografía de naturaleza y la conservación no tienen por qué ir de la mano, hay un momento en el que ciertos fotógrafos tienen la inquietud de generar algo más que una simple imagen y ahí es donde convergen ambos términos.
Desde mi punto de vista la fotografía de naturaleza ya desde sus niveles más básicos contribuye en cierta manera a conservar aquello que tanto nos apasiona, ya que el fotógrafo trata de mostrar en sus imágenes el lado mas bello y oculto del mundo, lo que da visibilidad y contribuye a su conocimiento y por ende, a querer preservarlo.
¿Qué quiere decir ser fotógrafo conservacionista?
De manera muy general podríamos decir que se trata de aquellos fotógrafos que ya no se conforman con mostrar solamente el lado más estético de la naturaleza si no que buscan, además, explicar determinados conceptos o comportamientos que se encuentran en el mundo natural y que son en muchos casos casos desconocidos. Aquí es donde se alcanza un nivel más involucrado con el conservacionismo, dotando a las imágenes de un mensaje que se pretende que trascienda más allá de lo puramente estético.
Hay una evolución de la fotografía de naturaleza hacia el fotoperiodismo. ¿A qué me quiero referir con esto? A que se pretende concienciar al público mostrando también los aspectos más negativos y preocupantes que afectan a los ecosistemas, por ejemplo, sacando a la luz los efectos de la caza furtiva, la pesca con explosivos en zonas de arrecifes de coral, poblaciones prácticamente extintas debido a la reducción del hábitat por el crecimiento humano o el tráfico ilegal de especies.
Por último comentar que juega un papel fundamental la cooperación con entidades e individuos dedicados a la conservación, biólogos, veterinarios, agentes medioambientales, comunidades rurales... y la creación de proyectos a largo plazo donde se pueda plasmar la realidad de lo que se está estudiando.
También juegan un papel fundamental las asociaciones como WWF, Rainforest Alliance, ILCP, Conservation International, Wildlife Conservation Society y muchas otras que apoyan y visibilizan este gran trabajo, así como cualquier amante de la naturaleza, ya que no hace falta ser un profesional para aportar su granito de arena, si no que con una buena actitud positiva e interés hacia la conservación de los ecosistemas y de las especies que lo componen es suficiente para contribuir a esta gran y necesaria labor.
“El mayor peligro para nuestro futuro es la apatía” Jane Goodall
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