Seguramente mucha gente crea que el sexo de cada individuo queda determinado en el momento del nacimiento, pero no es del todo cierto, ya que unas 500 especies de peces pueden cambiar de sexo como respuesta a determinados factores que suceden durante su etapa adulta. Este fenómeno se conoce como hermafroditismo secuencial y es muy común en peces marinos. Dicho hermafroditismo puede dividirse en:
Hermafroditismo secuencial protándrico: todos los individuos nacerán como machos, pero tienen la capacidad de convertirse en un momento determinado en hembras.
Un ejemplo muy característico de este grupo por ser protagonista de la película "Buscando a Nemo" y común en la acuariofilia, son los peces payasos del género Amphiprion. Se tratan de animales monógamos que viven en comunidades jerárquicas lideradas por la pareja de mayor tamaño, siendo la hembra la dominante. Cuando la hembra muere, el macho de mayor tamaño sufrirá unos cambios neuronales que se transmitirán a las gónadas, donde se modifica la expresión génica dando lugar en último término a la transformación de los testículos en ovarios, convirtiéndose así este individuo en la hembra dominante.
Según un estudio publicado en Scientific Reports por científicos de la King Abdullah University of Science and Technology de Arabia Saudí y CSIC, en este proceso de cambio de sexo tendría un gran peso el gen que codifica la aromatasa, enzima fundamental en la biosíntesis de los estrógenos y que se encuentra altamente expresada en los individuos que sufren el cambio.
Hermafroditismo secuencial protogínico: los alegó es nacen como hembras, pudiendo cambiar de sexo a machos bajo determinadas circunstancias o cambios en la jerarquía del grupo.
Este hermafroditismo en común en muchas especies de lábridos,como el lábrido de cabeza azul Thalassoma bifasciatum.
Éstos, viven en grupos sociales encabezados por un macho dominante fácilmente distinguible ya que presentan la cabeza de un intenso color azul no observable en las hembras. Cuando el grupo pierde a dicho macho la hembra de mayor tamaño comienza a sufrir cambios genéticos, entre los que destaca principalmente la desactivación de la enzima aromatasa. Esta hembra empezará a mostrar comportamientos masculinos hasta finalizar su transformación con la involución de sus ovarios y la aparición de testículos funcionales.
Hermafroditismo secuencial bidireccional: individuos de una misma especie pueden cambiar de sexo a hembra o macho dependiendo de las condiciones o comunidades donde viva. Se da en diez especies de peces,especialmente en góbidos,como en Lythrypnus dalli que viven en grupos donde todos los animales son del mismo sexo, hembras o machos. Uno de ellos sufrirá el cambio de sexo para ser el individuo dominante del grupo.
Aunque no se sabe con exactitud cuál es el factor que desencadena la activación o desactivación de la aromatasa, muchos científicos coinciden en que puede ser el estrés generado por la pérdida del individuo dominante el factor iniciador de este fascinante proceso.
Este mecanismo supone una gran ventaja ante cambios externos ya que les permite hacer frente de una manera rápida a perturbaciones en el modo de vida de la especie, ya que este proceso de cambio dura unos 20 días, y abre las puertas a nuevas investigaciones sobre factores externos o medioambientales que pudieran afectar a este recurso, tales como el calentamiento global.
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